Prospección arqueológica con georadar en pirámides con rampa de sitios arqueológicos del valle bajo de Lurín

Autores/as

  • Gerardo Quiroga Díaz Proyecto Qhapaq Ñan - Sede Nacional, Ministerio de Cultura
  • Giancarlo Marcone Flores Proyecto Qhapaq Ñan - Sede Nacional, Ministerio de Cultura https://orcid.org/0000-0003-0271-0324

Palabras clave:

Pirámides con rampa, Arqueología del valle de Lurín, Georadar, Panquilma, Pampa de Flores

Resumen

Como método de prospección no invasivo, la exploración arqueológica con georadar (GPR) se caracteriza por la emisión de pulsos electromagnéticos de muy corta duración sobre la superficie del terreno; al propagarse estas señales, el recorrido de su onda permite ubicar objetos (reflexiones) y tener una referencia sobre la composición del subsuelo a partir de su resistividad o conductividad. La posterior comparación de las imágenes obtenidas del georadar con los resultados de la excavación arqueológica contribuye a establecer deducciones sobre el tipo de ocupación del sitio y, de forma complementaria, a definir su secuencia de uso arquitectónico.

Como trabajo geofísico, la aplicación del georadar es considerada un método de prospección activo, ya que implica el análisis de las reflexiones de las ondas electromagnéticas que se producen ante las variaciones de las constantes dieléctricas en los medios de propagación (Broseta 2010: 11-12). Se debe tener en cuenta que la técnica de prospección con georadar es muy sensible a todas las variaciones de conductividad, permisividad eléctrica y magnetismo del medio conductor, además de las ondas electromagnéticas externas que pueden limitar el uso del georadar. El realizar un estudio previo con el fin de conocer las características morfológicas del subsuelo, el conocimiento de la composición de los objetos soterrados y el uso de una frecuencia adecuada son factores que ayudan al correcto desempeño del equipo y al procesamiento de los gráficos del radar de penetración terrestre (radargramas).

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Publicado

2016-12-01